
Desde el principio de la década de los 70, los astrónomos especulan sobre la posibilidad de que en el centro de algunas galaxias, incluida la nuestra, la Vía Láctea, haya un hoyo negro, debido a que estas regiones son fuentes muy intensas de rayos X. Se cree que ahí hay un cuerpo muy denso que atrae todo lo que pasa cerca, lo cual conforme cae a velocidades muy altas, emite rayos X.
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