
Los vegetales con hoja caduca presentan un ritmo estacionario muy claro, pierden sus hojas cada año en otoño. Es un fenómeno activo: la planta elige el momento apropiado para desposeerse de ellas. ¿Porqué?: El invierno es una estación desfavorable para cualquier actividad. El agua que no está congelada y queda en el suelo debe economizarse para asegurar la supervivencia de la planta y para no perderla por la transpiración que producen las hojas. La señal que desencadena el proceso es el acortamiento de los días en otoño. La planta va a trasladar hacia el tallo las sustancias nutritivas contenidas en las hojas para conservarlas. La clorofila desaparece, pero las hojas conservan otros pigmentos dando esa típica coloración otoñal roja o amarilla. Una parte del peciolo se vuelve frágil, la hoja empieza a morir y el tallo se cubre de una capa protectora. De hecho, la muerte de las hojas garantiza la supervivencia de la planta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario