
En 1992 dos especialistas en los arácnidos. Fritz Vollrath y Edward Tillinghast, explicaron que el pegamento se deposita en pequeños globos esféricos a lo largo de los hilos. Si la araña pisa accidentalmente uno de ellos, le resulta tan fácil levantar la pata como lo hace un ser humano cuando pisa accidentalmente una goma de mascar. Para que una mosca u otro insecto queden pegados, sus cuerpos tienen que hacer contacto con al menos cincuenta esferas adhesivas.
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