Se trata de una enfermedad rara (la padecen muy pocas personas) que consiste en la incapacidad de reconocer objetos o estímulos a pesar de que los órganos sensoriales se encuentren en perfecto estado.
El origen puede ser un trastorno psicológico o neurológico. Existen distintos tipos de agnosia correspondientes a los diversos órganos de los sentidos:
En la agnosia auditiva el paciente no puede identificar, por ejemplo, el ladrido de un perro.
En la agnosia espacial hay dificultades para reconocer el entorno espacial y ubicarse en él.
La agnosia visual puede provocar (como ocurrió en un célebre caso reportado por el neurólogo Olives Sacks) que un hombre confunda a su mujer con un sombrero.
Hay que mencionar, además, la asimbolia táctil: al palpar un objeto resulta imposible saber qué es o para qué sirve.
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